domingo, 15 de noviembre de 2009

Estoy desorientada

Ni siquiera la llamada a la una de la mañana a Tania me lo impidió. Entré en un estado de inconsciencia del que no puedo librarme. No sé con exactitud que me pasa, es como si todo me importara menos o como si me importara de más, pero debo de ser más clara: como si hubiera vivido en un atolondramiento de emociones y ahora, como si hubiese sido yo una olla express las emociones salen disparadas, los actos se vuelven revolucionarios y me dejan a mí deshecha.

Le llamé a Tania porque la conozco desde los 7 años, porque su frase preferida para dirigirse a mí era: “No sales de una cuando ya entras en otra” y porque necesitaba que me recordara que todo estaba bien. Lo hizo, muy a su manera, de pronto mis preocupaciones aquella noche eran menores y la conciencia, la moral, el “deber ser” se apoderaron de mí. Me dormí más tranquila.

Pero, como si un motor interno tuviera descompuesto el freno de mano, me he dejado ir, como se dice literalmente, de boca. ¿A dónde voy y por qué me dirijo en esa dirección? No lo sé. ¿Por qué lo hago ahora y no en otras circunstancias? Tampoco lo sé. Es como si hubiera probado una droga y me estuviera volviendo viciosa. Este estado de inconsciencia donde el tiempo pasa sin que me de cuenta y se hace más denso entre mis pensamientos, me esta volviendo loca. Estoy desorientada.

2 comentarios:

  1. Sorry, cariño. Espero de verdad, que encuentres, el centro? o el norte?, no se, pero que lo encuentres.

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  2. sí, a mí también me urge encontrar lo que haya que encontrar porque estar en la ansiedad de no saber que hago o porque actuo así, está cañón.. ja

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emmamogador@gmail.com