No viviré bajo tu estructura. No seré la neurótica de mi madre, ni lo taciturna que suele ser la tuya. No fingiré que esta vida me complace, te exijo más, me pido más, la eterna insatisfacción humana.
No seré la abnegación que funda familias o instituciones, ni la ejecutiva que olvida ser ella por querer ser un hombre. Este es mi feminismo. No pido más.
Cuando te leo caigo en cuenta de la fortuna que tengo de haber nacido hombre en un país de machos.
ResponderEliminarSer mujer en México (y en muchas partes del mundo) exige sacrificios que ni siquiera imagino y que seguramente me tendrían en un estado de depresión constante.
¿Cómo alcanzar el punto medio que les permita a las mujeres la realización y la plenitud sin culpas?
No lo sé, pero las campañas, los días nacionales, y las cifras siguen sin hacer mella en la vida de muchas.
ResponderEliminarMe encanta leerte por acá. Un enorme abrazo
Eres preclara, pero ante todo, tienes las pantaletas bien puestas, como lo se, pues. Besos
ResponderEliminarCreo que ser humano, y además social, es harto difícil. Pero ser mujer en un país como el mío, es toda una osadía que se debe de aplaudir a quien lo es con orgullo.
ResponderEliminarBrindo por las mujeres
Salud, divina
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